Adiós es una palabra demasiado grande para poder pronunciar otra palabra después. Por eso dijo hasta luego. Y por si tardaban en verse, le metió en el bolso un cuaderno en blanco para que pudiera escribirlas todas. A pesar de su mala caligrafía, adoraba sus letras dibujadas sobre el papel y sabía que tarde o temprano, el cuaderno regresaría a sus manos. A ella siempre le habían producido miedo las palabras grandes.
JUSTINIANO 318
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*Para conseguir algo de dinero*
*Justiniano ha tenido una gran idea*
*y esta mañana vestido de mago oriental*
*pertrechado con una mesa*
*y dos sillas de cam...
Hace 8 horas