Adiós es una palabra demasiado grande para poder pronunciar otra palabra después. Por eso dijo hasta luego. Y por si tardaban en verse, le metió en el bolso un cuaderno en blanco para que pudiera escribirlas todas. A pesar de su mala caligrafía, adoraba sus letras dibujadas sobre el papel y sabía que tarde o temprano, el cuaderno regresaría a sus manos. A ella siempre le habían producido miedo las palabras grandes.
EL NIÑO MUERTO
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*Desde mi infancia*
*ha venido*
*el niño que fui.*
*Niño que brillaba.*
*Niño que está muerto.*
*En sus manos heladas*
*trae los futuros*
*que soñó ilusionad...
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