miércoles, 3 de noviembre de 2010

Párpados inundados.


No soy yo quien contempla,
fragmento roto frente al cielo,
las aguas que besan mi orilla
en su agonía lenta.
Es el mar quien me mira,
cubierta de sal y de tiempo
esperando de mi una caricia
liviana como mis versos.
Mas no puedo.
Y dejo caer los párpados,
inundados de mar.