Los sueños saben más ricos en las tardes de siesta.
Saben más lascivos
más voluptuosos
más disfrutados.
Incluso los sueños de siesta en enero
saben a sueños de tardes de verano
y despiertas con sabor a dulce de leche en la boca
y la lengua se relame los labios.
Voy a darme prisa en dormirme
antes de que den las cuatro,
no quiero perder la ocasión
de soñar que te tuve a mi lado.
Saben más lascivos
más voluptuosos
más disfrutados.
Incluso los sueños de siesta en enero
saben a sueños de tardes de verano
y despiertas con sabor a dulce de leche en la boca
y la lengua se relame los labios.
Voy a darme prisa en dormirme
antes de que den las cuatro,
no quiero perder la ocasión
de soñar que te tuve a mi lado.