El olor a sudor se pega al colchón porque, en medio de esta guerra, las sábanas se refugiaron bajo el somier. Nos hemos atrincherado en el día con unas tupidas cortinas negras, y la lámpara, apenas es un elemento de decoración. Las amapolas de la pared no se mecen por mucho que se mueva el cabecero y en la caracola no retumban ni el mar, ni el viento. El olor a sudor se pega al aire de este baile de necios.
23 de noviembre de 2924
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*23 de noviembre de 2924.*
*Hace casi novecientos años que fallecí.*
*Vaya timo esto de la eternidad!!!*
*No he visto ni un ángel.*
*De Dios o del demonio ni...
Hace 7 horas