Adiós es una palabra demasiado grande para poder pronunciar otra palabra después. Por eso dijo hasta luego. Y por si tardaban en verse, le metió en el bolso un cuaderno en blanco para que pudiera escribirlas todas. A pesar de su mala caligrafía, adoraba sus letras dibujadas sobre el papel y sabía que tarde o temprano, el cuaderno regresaría a sus manos. A ella siempre le habían producido miedo las palabras grandes.
CORCELES BLANCOS
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*En un prado de sueños*
*junto a un río de plata*
*galopan los corceles blancos.*
*Libres como el viento.*
*Salvajes y agraciados.*
*Las margaritas*
*ilumina...
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