
Hoy me voy a ganar la enemistad de unas cuantas chicas, lo se. Pero estoy tan quemada con este tema que me no me importa.
Quiero hablar de la igualdad. De esa que hace unos días hablaban en los medios de comunicación cuando decían que las mujeres embarazadas eran discriminadas y que nadie las quería contratar. Pues normal, señor@s, normal. Y entiéndaseme bien.
Por mi edad me encuentro rodeada de unas cuantas señoras que están en estado de buena esperanza (vaya forma de llamarlo), terminan de estarlo o lo van a estar. Y es cierto que de todo he visto pero la estadística me cuadra. Estar embarazada no es una enfermedad aunque traiga consigo bastantes trastornos asociados, es cierto. Pero me llevan los demonios el morro que una gran cantidad de mujeres ponen a sus embarazos a la hora de pedir la baja. Porque seamos realistas… ¿quién se arriesga a decirle que no a una embarazada? Los médicos que lo hacen son los menos. Las bajas están para cuando se necesitan.
Tengo una compañera que el día que la dijeron que estaba embarazada dijo que se había retorcido un tobillo y que no podía ir a trabajar. Estaba de mes y medio. Ahora está de ocho y seguía con el pie retorcido (ni un esguince, una torcedura), este jueves ha presentado un parte de baja por embarazo de riesgo, ya no lo podría estirar más, siete meses que ha estado la empresa pagando a una tía que no tenía nada. Empresa privada.
Porque esa es otra, como si la baja que te dan es por embarazo de riesgo la seguridad social se hace cargo de parte del coste de esa empleada y ya se cuidan muy mucho los médicos de dar cuantas menos bajas de este tipo mejor, que ellos también trabajan por objetivos. Te dan una baja por una gripe y con esa te haces todo el embarazo, que ya paga la empresa, y a la empleada la da igual una que otra, lo importante es que ya no va a trabajar.
¿Sabéis porqué no he salido esta noche? Por no hablar de más. Ayer cenábamos por ahí con unos amigos, entre ellos una chica embarazada y la pregunto que qué tal está y me dice que sigue de baja. La pregunto qué la pasa y me dice que nada, la digo que cómo que nada y me responde que es que no la apetece ir a trabajar, que le da mucha pereza los cuarenta y cinco minutos de tren que tiene para llegar al juzgado donde trabaja. Y me quedo flipando. Pero más flipo cuando me dice que hoy llegarán aquí justo a cenar porque de mañanita se quieren ir a Madrid a la feria del bebé y que porqué no organizamos una excursión para ir a una casa rural el próximo fin de semana. Pues eso, que esta desde los dos meses está de baja y no piensa volver a trabajar. Empresa pública.
Así que precisamente el tema de la igualdad… como que me quema. ¿Qué tipo de igualdad es esa?
Conste que mi cuñada ha estado hasta tres semanas antes de salir de cuentas trabajando en una oficina, que se que hay muchas mujeres que están hechas de otra pasta y que es injusto que por unas paguen otras pero es que tanto morro… no es normal.
(Foto de parte de un cuadro de Gustav Klimt, cabecero de mi cama)