sábado, 1 de noviembre de 2008

En estos dias, cementerios.




Dadas las fechas y que los últimos post que he dejado aquí han sido un poco intimistas cambiemos de tercio. En muchos blogs amigos han aparecido estos días relatos misteriosos, intrigantes, dignos del género del suspense y yo… yo señores soy una miedosa. Dado que con la muerte tengo un serio problema (ya sabéis como es ella y claro, tenemos desavenencias) podría parecer que los cementerios no me gustasen ni por asomo. Pues bien, los españoles realmente no me gustan. Es más, me siento realmente intranquila en ellos. Pero siempre que viajo a otro país intento visitar alguno y me fascinan. Es como si en vacaciones y en un sitio muy lejano la muerte no pudiera tocarme y entonces disfruto de pasear entre lapidas y estatuas. Las vacaciones son vacaciones. Incluso en alguno me he emocionado. Recuerdo una tarde entera paseando por un cementerio en el este de Londres, tan antiguo que ya era casi un bosque, con las raíces saliendo del terreno y esculturas de ángeles mirándote. Eso es lo que más me gusta de estos sitios… los ángeles. También había muchos en unos de las afueras de Paris, era enorme y muy interesante. En Rumanía vi de los más variopintos, desde tumbas perdidas por laderas de montanas a cementerios con mucho colorido donde en plaquitas te contaban la vida del difunto. Los cementerios musulmanes me han parecido poco animados y perdonad la palabra que no quiero ser macabra pero con solo figuras geométricas y vegetales… a mi gusto le falta gracia.
Y cementerios que causan vergüenza y duelen, los antiguos judíos de Praga y Budapest, ahí se te encoge el alma. Ya veis que de los españoles no hablo… son a los que más he ido y sin embargo no tengo fotos. De los de otros países… varias.



Pd: No se si ahora aún se emite pero hace un par de años en el canal Calle 13 cuando terminaban la programación ponían imágenes nocturnas de cementerios españoles, que yuyu.

(Fotos de distintos cementerios)