sábado, 20 de diciembre de 2008

Los otros libros.


En ocasiones se deja llevar de uno a otro y entre ellos encuentra esos libros que no quiere leer. Hasta que ha digerido un par de párrafos no se percata de dónde se encuentra. Entonces, los cierra de golpe y corre hacia tu historia para esconderse ahí, donde nada puede dañarla.
Pero tu historia también escuece y la sal chamusca sus pestañas.

(foto de unos libros...)