miércoles, 28 de enero de 2009

Segundo ídolo con pies de barro.



Respeto y silencio, me iba concentrando, respeto y silencio, tan difícil controlarlo, y mi boca habilidosa y mi corazón descuartizado callaron y respetaron. Cuando te diste cuenta fue tarde, pero pude sembrar flores de ternura a tu paso. Las fui religiosamente regando mas de dos años, hasta que necesité que te encargases de sus cuidados.


Seis meses de sequía son demasiados. Te dije que eran flores, no cactus. Tan sólo te deseo una semana de chaparrones continuados… segundo ídolo con pies de barro.


(Foto de mi pequeña coleccion de cactus)