lunes, 27 de octubre de 2008

En cartel...



Si, me da rabia. Cuando escucho decir a alguien que “es que aquí no hay nada” me da rabia. Y si es alguien conocido por supuesto, que replico. Nos referimos a actividades de ocio. Cierto es que no deja de ser una capital de provincias el sitio donde vivo de no mas de ochenta mil habitantes y que no se puede compara con la oferta que puede haber en Madrid, también es cierto que aquí si quieres, puedes. Me explico. El Teatro Principal forma parte de la Red de Teatros de Castilla y León y siempre tiene programación teatral tanto para adultos como para niños, danza o música. El precio de las entradas oscila de siete a diez euros. Estas obras son las mismas (mismos actores, mismas compañías) que están antes o después en Madrid en cartel por el doble o el triple de ese precio. Pues bien, he sentido VERGÜENZA ajena sentada en un patio de butacas porque para ver a actores del pelo por ejemplo de Chete Leire no éramos ni cincuenta en la sala. Y estas representaciones son a las ocho y media de las tarde… que a las diez y pico ya estás en tu casa. No solo están las representaciones programadas por la red de teatros, intercalan con otras propias, certámenes y algunas en las que colaboran en su financiación cajas de ahorros. Aparte de esto, exposiciones de pintura o escultura suele haber siempre varias, no hace falta más que coger el periódico y buscarlas. Pues siempre que vas están vacías y son gratis. Las jornadas poéticas son vergonzosas. Si duran tres días da risa, porque el primer día llega el alcalde a hacerse la foto y parece que hay ambientillo. El resto de los días somos cuatro gatos. Recuerdo que en año pasado en el concierto de Alaska (que no me gusta llamarla Fangoria) la entrada costaba diez euros y estaba en pabellón de deportes únicamente con la cancha ocupada en un tercio y las gradas vacías. Pues aún así dice la gente que es que aquí no hay nada y a mi me llevan los demonios. Sólo salen en las fiestas patronales y dicen lo mucho que les gusta todo y lo poco que tenemos… manda narices.
Tuve la suerte de tener en mi época de instituto unos profesores jóvenes y entusiastas que nos contagiaron el placer de ver un espectáculo o de leer un libro, Jesús, Pilar, Enrique, Bores, Mª Jesús…Me pregunto a veces donde están los profesores de hoy y porqué cuando voy al teatro no están ni ellos ni sus alumnos.
(Foto de la programación actual del teatro)