jueves, 25 de septiembre de 2008

"Lagartija de Cádiz", poema



Dime mi niña de Cádiz, dime mi niña del alma
si aún guardas en el recuerdo
nuestras noches de color plata.
Dime ni niña de Cádiz, lagartija de mi alma
si al despertar algún día sientes
que queda mi hueco en tu almohada.
Dime mi niña de Cádiz, hiedra que trepó en mis ansias
que aún se aferra tu vientre
al miedo de mi boca entregada.
Temblabas el primer día,
no aguantabas mi mirada.
te escudabas en los besos,
en ellos te refugiabas.
Dime mi niña de Cádiz, dime mi niña del alma
si viste en las últimas horas
como era yo quien temblaba.
Que me iba para lejos niña,
que tres días no eran nada
desear una vida entera
y sonreír mientras marchaba.
Sin que vieses mi tristeza,
no viste ni una lagrima...
Yo me tragaba las tuyas
rompieron las mías al darte la espalda.
Por un día presto mi cuerpo,
por una noche vendo mi alma...
Por el color de tus ojos, la firmeza de tus nalgas,
los silencios de tu boca con la garganta apretada,
por el roce de mis manos en la curva de tu espalda
Por despertar sólo un día...
Por despertar sólo mañana
y sentir que te enroscas en mi cuerpo, lagartija gaditana.
Que tengo miedo mi niña
miedo de que te vayas
de que crezcas y me olvides
de que olvides mi mirada.

¡Madre cuanto te quiero, lagartija gaditana!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ay, Eria...

enrique dijo...

Gracias por visitar mi modesto blog. Todo un honor.
Creo que me pasaré con harta frecuencia por este.