jueves, 4 de septiembre de 2008

"Vacíos del alma", subasta.


No me dieron por ella ni cien pesos
decían que estaba resquebrajada,
nadie quiso pujar por ella
en aquella triste subasta.
La perfumé con esencia de flores
Y su olor a ruinas perduraba,
la convertí en lienzo para iluminarla con colores
pero se volvían opacos según la rozaban.
No me dieron por ella ni cien pesos,
no la querían ni regalada.
Ya sin saber que hacer con ella
cuando la llevaba a mi espalda cargada,
el ultimo postor que quedó en el recinto
se acerco y con voz extraña
me dijo que quería verla,
que quizás le interesara.
La dio una y mil vueltas
su cara era cada vez mas extraña.
Aquí hay algo que no entiendo
entre dientes murmuraba.
Se pararon los relojes

la tarde se transformo en llamas.
Mefistófeles es mi nombre
pero niña, no puedo comprarla,
es la primera vez que veo
tantos vacíos en el alma

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